A veces miro esa anilla que le quite una lata y de la que salio la primera letra de tu nombre, recordando perfectos momentos contigo y ese instante en el que nuestras manos se separaron para siempre jamas, y por los que derrocho mis lagrimas cada noche, por tu culpa o quizas por la mia por dejarte entrar en mi caprichoso corazon.
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